miércoles, 8 de mayo de 2013

MÁS CONSEJOS PARA ESTUDIAR


Siguiendo con los consejos pre-exámenes que antes os dábamos el departamento de orientación de las pruebas de acceso a la universidad en el siguiente enlace http://centros5.pntic.mec.es/ies.abyla/Dpto.Orientacion/PAU/Antes.Despues.Examen.pdf también nos dan unas premisas a seguir.

Os dejo de tos modos la información, advierto que vale la pena leerlo. Está más bien enfocado al examen preparatorio de selectividad, aunque toda información en buena. Espero que os sirva de ayuda.


Antes y después del examen: buena alimentación y descanso
Siempre se recomienda una alimentación sana y equilibrada, y en el caso del estudio también. Hay alimentos que favorecen la concentración y que son buenos para la memoria. Tampoco aquí vale darse el atracón a última hora.
La preparación para estos grandes acontecimientos no es sólo en lo referente a la hora de estudiar. Todo influye. Hasta la comida. Una dieta sana que le dé a la mente lo que necesita no es difícil:
• Aparte de complejos vitamínicos, jalea real, ging-seng, polen... que se tienen que tomar regularmente para que se note el efecto, están los alimentos de siempre.
• El pescado, por su fósforo. Las legumbres, por ejemplo las lentejas, por su alto nivel en hierro. Los yogures y productos lácteos por ser ricos en calcio. La fruta por contener mucha fibra. El cacao por ser rico en fósforo y aumentar la actividad intelectual.
• Las verduras, las ensaladas y la carne a la plancha. Se trata de evitar las comidas pesadas. Puedes amenizar la jornada con frutos secos.
• Y el dulce está recomendado por que eleva el nivel de energía. Eso sí, con moderación. Un helado o tarta ayudarán también a que se haga menos aburrido. Entre horas son buenos.
Y ahora sólo queda presentarse a los exámenes.

La noche antes: y a la mañana siguiente empieza todo. ¿Lo mejor? Que duermas bien. Para eso nada como un baño relajante con sales. Eso te ayudará a dormir las ochos horas de rigor para acudir al examen con las ideas claras.
Por la mañana: una ducha rápida y alternando agua caliente y fría, para refrescar la memoria. Un buen desayuno y andando. Ya no merece la pena preocuparse de nada más.
Al terminar: relajarse y olvidarse de lo que se pudo haber puesto y no se puso, o si fue fácil o difícil. Dormir, salir, y divertirse es lo que hay que hacer después de. Al menos hasta conocer los resultados.
Unas instrucciones básicas a seguir
Cada uno sabrá cómo estudia mejor. En la variedad está el gusto. El caso es que hay ciertos consejos con los que los expertos aseguran, se obtienen buenos resultados. Para  elegir lo que más convenga en cada caso.
Tranquilidad y a sus puestos. Después llegan las vacaciones pero ahora toca mentalizarse y poner los codos sobre la mesa. Es la cuenta atrás para ponerse las pilas y abrirse camino en el mundo universitario. La cuestión es aprobar y aquí están algunos de los secretos:
• Distribuir y plantear el tiempo en función de la materia que se vaya a estudiar y su grado de dificultad.
• Seleccionar, subrayar y esquematizar. Los apuntes ilustrados con notas aclaratorias en los márgenes sirven de ayuda para que no se te pase nada por alto.
• Signos de puntuación como exclamaciones para recordar algo importante o interrogaciones para saber dónde existen dudas nos facilitan el estudio.
• Colores. Uno para subrayar clasificaciones o nombres de autores y otro para destacar las ideas más importantes de esos contenidos.
• Memorizar. Para los que les gusta decir los temas en voz alta, perfecto si se graban en una cinta.
Así verán cuál es su capacidad expresiva y el vocabulario.
• Resumir. Cuestionarios, cuadros sinópticos, así se ve lo más importante.
• Repasar. Para situarse, fijar el contexto... la memoria retiene dónde está cada cosa. Y se digieren los conocimientos, que de eso se trata.
Si el punto de partida son los apuntes de clase hay que procurar que sean los propios. Si son prestados hay que hacer lo posible por confeccionarlos de nuevo. Con letra propia. Para la mente será más fácil y entra juego la memoria fotográfica.
• Velocidad y lectura rápida. Una lectura eficiente no se detiene en las palabras, sino en las ideas.

Consejos útiles previos al examen
Aprobar el examen es fácil, aunque obtener una buena calificación resulta complicado. El periodista Javier Serrano, autor de "El libro de la selectividad", apunta algunos consejos muy útiles como conocer de antemano el lugar de la prueba, no tomar sustancias estimulantes o evitar las "chuletas".

Entre los consejos útiles, destacan:
• Conocer de antemano el lugar donde se va a celebrar el examen.
• El tiempo que se tarda en llegar desde casa, y familiarizarse con el escenario, para evitar que un pequeño retraso o cualquier incertidumbre afecte al estado anímico.
• Elaborar un plan personalizado de estudio con la ayuda del profesor y descartar el consumo de cualquier estimulante (anfetaminas, efedrina o cocaína). Javier Serrano advierte que la posibilidad de filtraciones de los exámenes es "prácticamente nula", desaconseja copiar por el "enorme" riesgo que se corre y el beneficio "mínimo" que se puede obtener, y también evitar "la paja" para rellenar las respuestas pensando que los miembros del tribunal no se van a leer los exámenes y que importan más la limpieza, el subrayado o los márgenes.

Preparación psicológica
• La memoria tiene un límite, por lo que no pretendas estudiarte todo al pie de la letra. Debes controlar las materias que están relacionadas entre sí, tener unos conocimientos amplios de los temas y saber cuáles son los puntos clave de la lección. Gracias a esta visión general podrás centrarte rápidamente cuando leas las preguntas.
• El profesor que lo va a corregir no es el mismo que el del curso. Esto quiere decir que valorará más el examen inteligente, que las repuestas memorizadas de los apuntes. Piensa que corrigen hasta 200 exámenes, y una respuesta estructurada de forma distinta a la de la mayoría será un punto a tu favor.
• Para que te sea más fácil fijar en la mente la estructura del temario, haz esquemas con breves explicaciones. También es muy útil pintar dibujos o emplear bolígrafos de diferente color para cada esquema.  De esta manera se recuerda mejor la lección que coincide con lo que te preguntan.
• No debes pensar que como el temario es amplio, el profesor seguro que decide poner una pregunta del comienzo de la asignatura y otra del final. Corres el riesgo de no coincidir con él en cuál es el primer y el segundo bloque.
• A medida que estudias puedes ir familiarizándote con palabras que no uses con normalidad. Apunta expresiones para enlazar párrafos, citas textuales de un autor, sinónimos o términos que definen con exactitud un concepto. Ayúdate del diccionario, es el que mejor te va a resolver cualquier duda.
• Por las noches se fija mejor en la memoria lo que has estudiado. Aprovecha estas horas del día para repasar, pero no para estudiar porque es cuando más cansado estás.

En el examen
Ha llegado el momento de la verdad. Fuera nervios, agobios y malestar general. Estás delante del folio del examen. El profesor te da permiso para que leas las preguntas. Ya no hay vuelta atrás, a partir de ahora debes demostrar tu control de la asignatura. Estos son algunos consejos.
• Lee despacio y con tranquilidad las preguntas del examen. En Selectividad siempre hay dos bloques para elegir uno. Por tanto, tienes la oportunidad de ver qué es lo que mejor te sabes. Ten en cuenta el significado de las palabras y piensa qué es lo que realmente te están preguntando.
• Si tienes alguna duda pregúntala. Al principio del examen siempre hay un espacio para que consultes a los profesoras y profesores. Algunos también aceptan responderte durante el examen, pero no siempre ocurre así.
• Calcula el tiempo que tienes para hacer la prueba. Si no quieres llevarte el susto de última hora, mira el tiempo que te queda hasta entregar el examen. Es mejor parar de escribir una pregunta que no responder a la siguiente. Para mayor seguridad, ten a la vista un reloj.
• Si no sabes ninguna respuesta, no te pongas nervioso. Piensa en alguna cuestión que esté relacionada. Lo peor que puedes hacer es dejarla en blanco. Supone un cero y es muy difícil levantar una nota así.
• Si has tenido más suerte y sabes las respuestas, piensa lo que vas a escribir. El profesor va a leer muchos exámenes, por tanto intenta atraerle desde el principio. Comienza con lo que mejor te sabes, continúa con lo que tienes más dudoso y finaliza con un párrafo a modo de resumen de las ideas principales.
• No te alejes del tema que te preguntan. Ubica la cuestión en el contexto general y céntrate en el apartado concreto de la lección.
• Haz buena letra y organiza las frases de forma coherente. Así facilitarás la lectura del profesor y ledarás buena impresión. No presentes el examen con tachones.
• Las faltas de ortografía se tienen muy en cuenta a la hora de corregir los exámenes. Si no sabes con exactitud cómo se escribe una palabra, busca un sinónimo.
• Hay palabras prohibidas: ''cosa'', ''decir'', ''todo'', ''algo'', ''bueno'' o ''etcétera''. Si pones puntos suspensivos (poco aconsejables), escribe sólo tres puntos y únicamente cuando hayas enumerado, al menos, tres conceptos.

Técnicas de relajación
Tomarse con calma un examen de estas características no resulta nada sencillo. Es evidente que se trata de una prueba muy importante. Y, aunque la mayoría de profesores y padres tratan de quitarle hierro al asunto, no es fácil tomárselo con calma.
Los nervios son inevitables, pero hay fórmulas que ayudan a calmarlos. Esta es una breve recopilación de las técnicas más útiles.
• En los minutos previos a la entrega de las preguntas del examen sitúate con las plantas de los pies pegadas al suelo y con la espalda lo más recta posible, pero sin forzar. Con esta postura regularás mejor la cantidad de oxígeno que llega a tus pulmones.
• Controla la respiración. Cierra los ojos y afloja los músculos de la cara. Observa cómo el aire entra en tu cuerpo, llega hasta los pulmones y vuelve a salir.
Un sencillo juego de relajación consiste en enlazar una cadena de uniones entre los dedos de cada mano. Por ejemplo, en la mano derecha une el dedo gordo con el meñique, luego con el anular, corazón e índice. Al mismo tiempo realiza la operación con la mano izquierda pero empezando las uniones en sentido contrario.
• Durante el examen siéntate apoyando la espalda en el respaldo de la silla. No estés mucho tiempo sentado sólo en el extremo del asiento porque te cansarás más.

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