Siguiendo con los consejos pre-exámenes que antes os dábamos el departamento de orientación de las pruebas de acceso a la universidad en el siguiente enlace http://centros5.pntic.mec.es/ies.abyla/Dpto.Orientacion/PAU/Antes.Despues.Examen.pdf también nos dan unas premisas a seguir.
Os dejo de tos modos la información, advierto que vale la pena leerlo. Está más bien enfocado al examen preparatorio de selectividad, aunque toda información en buena. Espero que os sirva de ayuda.
Antes y después del examen: buena alimentación y descanso
Siempre se recomienda una
alimentación sana y equilibrada, y en el caso del estudio también. Hay
alimentos que favorecen la concentración y que son buenos para la memoria. Tampoco
aquí vale darse el atracón a última hora.
La preparación para estos grandes
acontecimientos no es sólo en lo referente a la hora de estudiar. Todo influye.
Hasta la comida. Una dieta sana que le dé a la mente lo que necesita no es
difícil:
• Aparte de complejos
vitamínicos, jalea real, ging-seng, polen... que se tienen que tomar
regularmente para que se note el efecto, están los alimentos de siempre.
• El pescado, por su fósforo. Las
legumbres, por ejemplo las lentejas, por su alto nivel en hierro. Los yogures y
productos lácteos por ser ricos en calcio. La fruta por contener mucha fibra.
El cacao por ser rico en fósforo y aumentar la actividad intelectual.
• Las verduras, las ensaladas y
la carne a la plancha. Se trata de evitar las comidas pesadas. Puedes amenizar
la jornada con frutos secos.
• Y el dulce está recomendado por
que eleva el nivel de energía. Eso sí, con moderación. Un helado o tarta
ayudarán también a que se haga menos aburrido. Entre horas son buenos.
Y ahora sólo queda presentarse a
los exámenes.

Por la mañana: una ducha rápida y alternando agua caliente y fría,
para refrescar la memoria. Un buen desayuno y andando. Ya no merece la pena
preocuparse de nada más.
Al terminar: relajarse y olvidarse de lo que se pudo haber puesto y
no se puso, o si fue fácil o difícil. Dormir, salir, y divertirse es lo que hay
que hacer después de. Al menos hasta conocer los resultados.
Unas instrucciones básicas a seguir
Cada uno sabrá cómo estudia
mejor. En la variedad está el gusto. El caso es que hay ciertos consejos con
los que los expertos aseguran, se obtienen buenos resultados. Para elegir lo que más convenga en cada caso.
Tranquilidad y a sus puestos.
Después llegan las vacaciones pero ahora toca mentalizarse y poner los codos sobre
la mesa. Es la cuenta atrás para ponerse las pilas y abrirse camino en el mundo
universitario. La cuestión es aprobar y aquí están algunos de
los secretos:
• Distribuir y plantear el tiempo
en función de la materia que se vaya a estudiar y su grado de dificultad.
• Seleccionar, subrayar y
esquematizar. Los apuntes ilustrados con notas aclaratorias en los márgenes
sirven de ayuda para que no se te pase nada por alto.
• Signos de puntuación como
exclamaciones para recordar algo importante o interrogaciones para saber dónde
existen dudas nos facilitan el estudio.
• Colores. Uno para subrayar clasificaciones o nombres de autores y otro para destacar las ideas más importantes de esos contenidos.
• Colores. Uno para subrayar clasificaciones o nombres de autores y otro para destacar las ideas más importantes de esos contenidos.
• Memorizar. Para los que les
gusta decir los temas en voz alta, perfecto si se graban en una cinta.
Así verán cuál es su capacidad
expresiva y el vocabulario.
• Resumir. Cuestionarios, cuadros
sinópticos, así se ve lo más importante.
• Repasar. Para situarse, fijar
el contexto... la memoria retiene dónde está cada cosa. Y se digieren los conocimientos,
que de eso se trata.
Si el punto de partida son los
apuntes de clase hay que procurar que sean los propios. Si son prestados hay que
hacer lo posible por confeccionarlos de nuevo. Con letra propia. Para la mente
será más fácil y entra juego la memoria fotográfica.
• Velocidad y lectura rápida. Una
lectura eficiente no se detiene en las palabras, sino en las ideas.
Consejos útiles previos al examen
Aprobar el examen es fácil, aunque obtener una buena calificación resulta complicado. El
periodista Javier Serrano, autor de "El libro de la selectividad",
apunta algunos consejos muy útiles como conocer de antemano el lugar de la
prueba, no tomar sustancias estimulantes o evitar las "chuletas".
Entre los consejos útiles, destacan:
• Conocer de antemano el lugar
donde se va a celebrar el examen.
• El tiempo que se tarda en
llegar desde casa, y familiarizarse con el escenario, para evitar que un
pequeño retraso o cualquier incertidumbre afecte al estado anímico.
• Elaborar un plan personalizado
de estudio con la ayuda del profesor y descartar el consumo de cualquier estimulante
(anfetaminas, efedrina o cocaína). Javier Serrano advierte que la
posibilidad de filtraciones de los exámenes es "prácticamente nula", desaconseja
copiar por el "enorme" riesgo que se corre y el beneficio
"mínimo" que se puede obtener, y también evitar "la paja"
para rellenar las respuestas pensando que los miembros del tribunal no se van a
leer los exámenes y que importan más la limpieza, el subrayado o los márgenes.
Preparación psicológica
• La memoria tiene un límite, por
lo que no pretendas estudiarte todo al pie de la letra. Debes controlar las materias
que están relacionadas entre sí, tener unos conocimientos amplios de los temas
y saber cuáles son los puntos clave de la lección. Gracias a esta visión
general podrás centrarte rápidamente cuando leas las preguntas.
• El profesor que lo va a corregir
no es el mismo que el del curso. Esto quiere decir que valorará más el examen
inteligente, que las repuestas memorizadas de los apuntes. Piensa que corrigen
hasta 200 exámenes, y una respuesta estructurada de forma distinta a la de la
mayoría será un punto a tu favor.
• Para que te sea más fácil fijar
en la mente la estructura del temario, haz esquemas con breves explicaciones.
También es muy útil pintar dibujos o emplear bolígrafos de diferente color para
cada esquema. De esta manera se recuerda
mejor la lección que coincide con lo que te preguntan.
• No debes pensar que como el
temario es amplio, el profesor seguro que decide poner una pregunta del comienzo
de la asignatura y otra del final. Corres el riesgo de no coincidir con él en
cuál es el primer y el segundo bloque.
• A medida que estudias puedes ir
familiarizándote con palabras que no uses con normalidad. Apunta expresiones
para enlazar párrafos, citas textuales de un autor, sinónimos o términos que
definen con exactitud un concepto. Ayúdate del diccionario, es el que mejor te
va a resolver cualquier duda.
• Por las noches se fija mejor en
la memoria lo que has estudiado. Aprovecha estas horas del día para repasar,
pero no para estudiar porque es cuando más cansado estás.
En el examen
Ha llegado el momento de la
verdad. Fuera nervios, agobios y malestar general. Estás delante del folio del
examen. El profesor te da permiso para que leas las preguntas. Ya no hay vuelta
atrás, a partir de ahora debes demostrar tu control de la asignatura. Estos son
algunos consejos.
• Lee despacio y con tranquilidad
las preguntas del examen. En Selectividad siempre hay dos bloques para elegir
uno. Por tanto, tienes la oportunidad de ver qué es lo que mejor te sabes. Ten
en cuenta el significado de las palabras y piensa qué es lo que realmente te
están preguntando.
• Si tienes alguna duda
pregúntala. Al principio del examen siempre hay un espacio para que consultes a
los profesoras y profesores. Algunos también aceptan responderte durante el
examen, pero no siempre ocurre así.
• Calcula el tiempo que tienes
para hacer la prueba. Si no quieres llevarte el susto de última hora, mira el
tiempo que te queda hasta entregar el examen. Es mejor parar de escribir una
pregunta que no responder a la siguiente. Para mayor seguridad, ten a la vista
un reloj.
• Si no sabes ninguna respuesta,
no te pongas nervioso. Piensa en alguna cuestión que esté relacionada. Lo peor
que puedes hacer es dejarla en blanco. Supone un cero y es muy difícil levantar
una nota así.
• Si has tenido más suerte y
sabes las respuestas, piensa lo que vas a escribir. El profesor va a leer muchos
exámenes, por tanto intenta atraerle desde el principio. Comienza con lo que
mejor te sabes, continúa con lo que tienes más dudoso y finaliza con un párrafo
a modo de resumen de las ideas principales.
• No te alejes del tema que te
preguntan. Ubica la cuestión en el contexto general y céntrate en el apartado
concreto de la lección.
• Haz buena letra y organiza las
frases de forma coherente. Así facilitarás la lectura del profesor y ledarás
buena impresión. No presentes el examen con tachones.
• Las faltas de ortografía se
tienen muy en cuenta a la hora de corregir los exámenes. Si no sabes con exactitud
cómo se escribe una palabra, busca un sinónimo.
• Hay palabras prohibidas:
''cosa'', ''decir'', ''todo'', ''algo'', ''bueno'' o ''etcétera''. Si pones
puntos suspensivos (poco aconsejables), escribe sólo tres puntos y únicamente
cuando hayas enumerado, al menos, tres conceptos.
Técnicas de relajación
Tomarse con calma un examen de
estas características no resulta nada sencillo. Es evidente que se trata de una
prueba muy importante. Y, aunque la mayoría de profesores y padres tratan de quitarle
hierro al asunto, no es fácil tomárselo con calma.
Los nervios son inevitables, pero
hay fórmulas que ayudan a calmarlos. Esta es una breve recopilación de las técnicas
más útiles.

• Controla la respiración. Cierra
los ojos y afloja los músculos de la cara. Observa cómo el aire entra en tu
cuerpo, llega hasta los pulmones y vuelve a salir.
• Un sencillo juego de relajación
consiste en enlazar una cadena de uniones entre los dedos de cada mano. Por
ejemplo, en la mano derecha une el dedo gordo con el meñique, luego con el
anular, corazón e índice. Al mismo tiempo realiza la operación con la mano
izquierda pero empezando las uniones en sentido contrario.
• Durante el examen siéntate
apoyando la espalda en el respaldo de la silla. No estés mucho tiempo sentado
sólo en el extremo del asiento porque te cansarás más.
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